Política, Política
Pierde fuerza la Independencia de Cataluña
Cada hora que transcurre, se profundizan las grietas que dividen al movimiento separatista y -en consecuencia- se alejan las posibilidades de una proclamación unilateral de la independencia a principios de la semana que viene.
Tanto en Cataluña como en España se intensificaron las declaraciones y presiones para que el presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont y sus aliados abandonen sus proyectos de declarar la independencia de Cataluña.
El principal signo de retroceso en el proceso iniciado con el referéndum fue la decisión de Puigdemont de postergar hasta el martes 10 el discurso sobre la “situación política actual” que debía pronunciar ante el Parlamento, inicialmente previsto para el lunes.
El cambio de fecha fue adoptado para no violar una disposición del Tribunal Constitucional, que el jueves suspendió la reunión del Parlament. En ese plenario Puigdemont debía valorar el resultado del referéndum del domingo pasado y analizar “sus efectos”. Esa frase suponía que, en su conclusión, formalizaría la declaración de la independencia.
La medida también refleja las profundas grietas que aparecieron en los últimos días dentro del movimiento separatista. Actualmente, solo el grupo de ultra izquierda CUP (Candidatura de Unidad Popular) mantiene una posición intransigente. El colectivo Junts pel Sí, por su parte, se encuentra dividido. Una corriente prefiere pagar el precio de decepcionar a los votantes del domingo pasado. Otro grupo está resuelto a proclamar la independencia a fin de aprovechar el interés mediático que existe a nivel internacional.
Otro duro golpe provino del expresidente del gobierno catalán, Artur Mas: aún no hay “todo lo necesario para la independencia real de Cataluña”, afirmó. En declaraciones al diario económico Financial Times, Mas explicó que no se trata solo de “cómo proclamamos la independencia, sino de realmente convertirnos en un país independiente”.
Alarmados por la evolución de la situación, 25 partidos políticos, organizaciones anti-separatistas y representantes de la sociedad civil convocaron a diversas concentraciones a favor del diálogo programadas para mañana frente a los ayuntamientos catalanes.
Puigdemont también es criticado en el resto de España: 85% de la opinión pública censura su posición y considera que su actuación es ilegal, según una encuesta del instituto SocioMétrica.
La postergación de la reunión del Parlamento catalán aparece también como resultado de las gestiones y presiones realizadas por “empresarios, sindicatos y editoriales de los periódicos catalanes, reclamando a la Generalitat que vuelva a la legalidad”.
Los bancos como Sabadell, CaixaBank y Mediolanum o empresas como Gas Natural Fenosa, Dogi, Oryzon y Eurona, que decidieron abandonar Cataluña e instalar sus sedes en diversas ciudades españolas. Freixenet y Codorniu también se plantean dejar Cataluña si se declara la ruptura.
La decisión de CaixaBank, que finalmente decidió instalarse en Valencia, provocó un auténtico electroshock sicológico en todo el país.
El gobierno de Mariano Rajoy se esfuerza ahora en crear las condiciones para el diálogo. En un gesto destinado a promover el diálogo, el gobierno español y el delegado del Ejecutivo central en Cataluña, Enric Millo, se disculparon por las cargas policiales del domingo pasado y “lamentaron” oficialmente las “consecuencias” del referéndum.
Comentarios recientes