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Un enfermo psiquiátrico se hace pasar por médico durante 15 meses
Sus largas estancias en instituciones psiquiátricas le habían proporcionado cierto dominio de la jerga médica.
Las quejas de algunos pacientes habían generado un proceso interno por posible negligencia en la clínica Ubbo-Emmius. Una paciente había denunciado trato vejatorio y los familiares de dos pacientes más habían presentado solicitudes de traslado, por lo que fue abierta una investigación al hombre de 38 años y nacionalidad ruso-alemana que había sido contratado 15 meses atrás como asistente médico en el pabellón psiquiátrico de este hospital de Aurich, en el estado federado alemán de Baja Sajonia. El mecanismo rutinario en estos casos incluye un estudio pormenorizado de la titulación del médico o enfermero, que en este caso estaba emitida por la Donetsk National University de Ucrania. Una simple llamada telefónica de comprobación sirvió para desvelar que el título era una falsificación. Tirando del hilo, las autoridades sanitarias descubrieron además que se trataba de un paciente psiquiátrico con diagnóstico de psicosis y esquizofrenia paranoide que había escapado del centro en el que era sometido a tratamiento y se había hecho pasar por médico.
Durante los 15 meses que estuvo trabajando en ese hospital, «demostraba tener conocimientos psiquiátricos» y cumplía con sus labores «de forma homologable durante la mayor parte del tiempo», según fuentes del centro médico. Sus largos pasos por instituciones psiquiátricas le habían proporcionado cierto dominio de la jerga médica y, consecuencia de su propia enfermedad, había llegado a creer que era parte del personal sanitario. De hecho, no es la primera vez que había trabajado como doctor. En 2006 ya había falsificado certificados de formación de enfermería geriátrica y había sido contratado por varios asilos de ancianos en el sur de Baja Sajonia. Aunque fue denunciado, su situación clínica impidió el proceso penal, al igual que seguramente suceda ahora.
La Fiscalía, por el momento, ha cursado acusación por fraude y falsificación de documentos, pero aunque el enfermo no llegue a responder de sus actos ante los tribunales, el hospital que lo contrató se enfrenta también a una investigación, porque los títulos debían haber sido autentificados por la embajada. El fiscal de Hannover Thomas Klinge ha informado que el centro médico inició el proceso, cumpliendo con la normativa, ante la oficina de certificación competente, pero ante la larga duración de ese trámite, el acusado obtuvo un permiso temporal de trabajo en vigencia hasta 2018. Con eso bastó para ser contratado, en un contexto en el que no es posible cubrir las plazas de personal sanitario en muchos de los estados federados alemanes por falta de oferta. En marzo de 2016 comenzó a ejercer.
El médico jefe del que dependía, el Doctor Egbert Held, ha asegurado que «durante su trabajo en el departamento, se encontraba en fase de aprendizaje y no ejercía de forma independiente, sino bajo supervisión». Se limitaba, por tanto, a aplicar tratamientos especificados por sus superiores, pero a menudo se encontraba a solas con los pacientes y sus apreciaciones eran tenidas en cuenta por el equipo médico en los diagnósticos. El resto de personal médico con el que compartía turnos no percibió que se trataba de un enfermo psiquiátrico, fue tratado siempre como un compañero más. «He trabajado a menudo con él y parecía un profesional solvente, con gran conocimiento de los procedimientos e incluso de los papeleos», ha dicho un anónimo compañero de trabajo a la radio local, describiéndolo como «muy activo» y «seguro de sí mismo en todo lo que hacía». No se descubrió nada hasta el pasado mes de junio.
Alemania sufre un déficit crónico de personal médico que seguramente está detrás de la contratación rápida y sin todas las garantías que parece haber detrás de este sorprendente caso. La sanidad pública alemana necesita de forma constante al menos 3.000 enfermeros para cubrir sus necesidades de personal en hospitales y clínicas, según datos del Instituto Alemán de Centros Hospitalarios. Cada hospital o clínica sufre una deficiencia media de 5,6 puestos de trabajo que nunca llega a cubrir, ante la falta de personal especializado para la atención de los pacientes, según el citado instituto, por lo que se procede con gran frecuencia a la contratación de personal extranjero.
Especialmente grave es la situación en los centros hospitalarios con más de 600 camas, entre los que el 53,1%de los centros tiene serios problemas para cubrir sus necesidades básicas de personal sanitario, por lo que las plazas se cubren a menudo con personal todavía en formación, estudios de formación dual, para poder seguir funcionando. En clínicas y hospitales algo más pequeños, con entre 50 y 200 camas, un 37,9% tiene un grave déficit de enfermeros, mientras que en los centros con 300 hasta 599 camas el 29,2% se encuentra afectado por ese problema. La media de hospitales con problemas para cubrir plazas de trabajo para personal sanitario se eleva al 40%, según esta estadística, que cifra en 280.000 el número de personas que trabajan a pleno empleo en el sector.
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