Internacional, Viral
Presidente Macrón llega tarde a cena con el Rey de España
La broma de Macron tras el plantón al Rey: cenaremos «a hora española»
La demora del mandatario galo arrastró también a Pedro Sánchez, que asistía por primera vez a una cena en el Palacio Real como presidente del Gobierno.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegaron con una hora y cuarto de retraso a la cena que Su Majestad el Rey ofreció la noche del pasado jueves en honor del mandatario francés en el Palacio Real. Una cena a la que acudieron más de 70 invitados, entre ellos las principales autoridades del Estado, destacados empresarios, como Pablo Isla, presidente de Inditex; escritores como Arturo Pérez-Reverte y deportistas como Miguel Induráin y Perico Delgado.
El retraso se debió a que Macron llegó a España dos horas después de lo previsto, lo que hizo que llegara tarde al Palacio de La Moncloa, donde se reunió apenas quince minutos con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ambos comparecieron después en rueda de prensa, mientras el Rey y los invitados aguardaban en el Palacio Real. De hecho, minutos después de las ocho de la tarde se izó el guión carmesí en Palacio, anunciando que Don Felipe ya se encontraba en el edificio. La llegada de Macron y Sánchez estaba programada a las ocho y cuarto de la tarde, pero finalmente ambos llegaron a las nueve y media. La razón que Macron adujo para justificar su retraso fue que los actos programados en su agenda, antes de abandonar Francia, se demoraron más de lo previsto. En concreto, explicó que se había reunido con unos agricultores franceses en los Pirineos, y se había demorado.
El retraso de Macron arrastró también a Pedro Sánchez, que se estrenó con ese plantón en la primera cena a la que asistía en el Palacio Real como presidente del Gobierno.
La deferencia del Rey
A pesar de las circunstancias, el Rey recibió a Macron con su habitual hospitalidad. Aunque se trataba una cena de trabajo -sin el protocolo ni el brillo de las grandes ceremonias de Estado-, Don Felipe quiso tener una deferencia con el presidente del país vecino para testimoniarle su afecto y amistad y, en un gesto muy poco frecuente, bajó los 72 peldaños de la escalinata de Palacio para recibir a Macron en el zaguán de Embajadores, a pie de coche. Después del saludo, los dos mandatarios subieron juntos la imponente escalera y se dirigieron a uno de los salones, donde mantuvieron un encuentro privado, muy breve para no hacer esperar aún más al resto de los invitados.
Al tratarse de una visita de trabajo -no era de Estado ni oficial-, la cena se sirvió en el Salón de Columnas y al mandatario francés no le acompañó su esposa, Brigitte; en reciprocidad, la Reina tampoco asistió.
Fue durante el brindis previo a la cena, cuando el presidente francés pidió disculpas por el retraso al Rey yal resto de los invitados. Macron lo hizo entre bromas y dijo que, al final, la cena se iba a servir a hora española, las diez de la noche.
Sorprendentemente, el mismo Macron que hace un año dio una lección de urbanidad en público a un joven que le llamó «Manu» -«A mí me llamas señor presidente o señor», le corrigió-, ha cometido durante su primera visita a España una de las faltas -la impuntualidad- que más temen los diplomáticos.
Además, tras el plantón del jueves, el representante de un país tan protocolario como la República Francesa ha superado el récord de impuntualidad que, hasta ahora, se atribuía a la argentina Cristina Fernández de Kirchner (llegó 40 minutos tarde a la cena del Palacio Real en 2009) o al venezolano Hugo Chávez (hizo esperar 55 minutos a Don Juan carlos en el Palacio de Marivent en 2008).
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