historia
Un día como hoy de 1989 se producía la caída del Muro de Berlín
Hoy, Berlín recuerda la época en la que estaba partida en dos.
El 13 de agosto de 1961, en uno de los gestos más terminantes de la Guerra Fría, la capital alemana fue dividida por un muro de concreto, de alambre de púa y también invisible que separó familias, amigos, sueños, el futuro y las aprisionó en la República Federal de Alemania (oeste) y la República Democrática Alemana (este).
El 9 de noviembre de 1989, recién entonces, el cemento del muro estalló en trizas al golpe de martillos y reunificó a una ciudad que nunca más volvió a ser la misma.
Hoy, Berlín homenajea esa época y a los 140 muertos que provocó la construcción con velas y rosas en el monumento central en Bernauer Strasse.
El alcalde interino de la capital, Michael Müller, dijo en alusión a esta fecha que la caída del muro de Berlín había abierto el camino hacia una Alemania unida y democrática, que el compromiso con la libertad y la lucha contra la intolerancia y la xenofobia fue el resultado del legado dejado por las víctimas de la tiranía y el terror, según lo publicado por el diario Die Welt.
Sin embargo, los 28 años de la caída del muro encuentran a Alemania en una posición que tiempo atrás no hubiera pensado.
En las elecciones parlamentarias del 24 de septiembre, en las que la actual canciller Angela Merkel consiguió la victoria, el partido de ultraderecha partido Alternativa para Alemania (AfD) ganó lo que no ganaba desde el fin de la Segunda Guerra Mundial: tener diputados en el Bundestag (el Parlamento).
Alternativa para Alemania logró un 13 por ciento de los votos con un discurso duro que habla de blindar al país de los extranjeros y terminar con la unión con Europa . Y en la extinta República Democrática Alemana, el lado este y socialista de la capital, el partido de ultraderecha sacó la mayor parte de su apoyo, según el diario El Mundo, marca de la diferencia que aún persiste entre ambas partes.
De acuerdo con el instituto demoscópico INSA, el 64,5% de los alemanes tiene la sensación de que el muro está en la cabeza de los ciudadanos, frente al 22,9% que opina lo contrario. La mayoría que aún lo siente vive en el lado este. Asimismo, el PIB por habitante en los estados orientales es un 27% inferior a los occidentales.
La política alemana del Partido Socialdemócrata, Iris Gleicke, indicó al respecto: “En las regiones más débiles, en las que los ciudadanos sienten que se han quedado atrás, pueden surgir divisiones sociales y actitudes radicales”.
Las parlamentarias de septiembre son la prueba.
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